¿Se juega? Se confirmó la peor noticia para el Puebla vs Chivas
La expectativa se transformó en inquietud cuando las horas previas al partido dejaron en evidencia que algo no marchaba bien; el espectáculo deportivo amenazaba con convertirse en un quebradero de cabeza logístico. Aficionados, clubes y autoridades miraban al cielo y al terreno de juego con la sensación de que la jornada podría sufrir un giro inesperado.
La confirmación y el nuevo horario del encuentro
La información más importante es clara: el duelo entre Chivas y Puebla, correspondiente a la Jornada 11 del Apertura 2025, fue reprogramado y se disputará este sábado 27 de septiembre a las 17:00 horas (tiempo del centro de México). La decisión se tomó tras la imposibilidad de celebrar el partido la noche del viernes, cuando la intensa precipitación y el estado intransitable del césped del Estadio Cuauhtémoc obligaron al cuerpo arbitral y al comisionado de la Federación Mexicana de Fútbol a suspender la actividad. La retransmisión será por Azteca Siete, que ofrecerá la cobertura en televisión abierta para todo el país.
El choque previo: cómo se llegó a la suspensión
La tormenta que se abatió sobre la Angelópolis dejó zonas del campo convertidas en charcos y lodazales, condiciones que impidieron el normal desplazamiento del balón y, sobre todo, comprometieron la seguridad de los jugadores. A pesar de que se esperó hasta las 23:00 horas para evaluar la posibilidad de reanudar, la situación no mejoró lo suficiente y la autoridad competente optó por reprogramar el encuentro. Las imágenes del inmueble mostraron un césped saturado de agua y sectores con barro, circunstancias que, según los criterios reglamentarios, impiden la disputa de un partido en condiciones equitativas.
Impacto logístico para clubes y aficionados
La postergación representa un inconveniente notable, especialmente para Chivas y su afición. El plantel rojiblanco, que ya había iniciado los desplazamientos y la concentración, tendrá que ajustar su calendario de viaje y permanecer un día más en Puebla, con el consecuente desgaste físico y económico. Los seguidores que planearon asistir al duelo en el Cuauhtémoc se enfrentan ahora a la necesidad de modificar boletos, horarios y reservas. Para muchos, el retraso supone pérdida de tiempo y gastos adicionales en alojamiento y transporte; además, existe la incertidumbre de que las condiciones meteorológicas vuelvan a complicar la reanudación.
Antecedentes y criterios reglamentarios que avalan la decisión
No es la primera vez en la Liga MX que un compromiso se aplaza por cuestiones climáticas. El reglamento permite un margen para intentar reanudar un partido suspendido por tormenta eléctrica, pero cuando el terreno impide el desarrollo técnico y seguro de la contienda, la alternativa más prudente es reagendar. En la noche del viernes, los árbitros esperaron y analizaron el estado del césped; la decisión final se tomó con la prioridad de preservar la integridad física de los protagonistas y garantizar la equidad deportiva.
Pronóstico y riesgo de nuevas inclemencias
La mala noticia no termina con la reprogramación: los reportes meteorológicos para Puebla anuncian que las precipitaciones podrían persistir durante la tarde del sábado. Diversos pronósticos locales prevén chubascos y lluvias dispersas en la mayor parte del estado, lo que mantiene la posibilidad de que el partido vuelva a verse afectado. Entre los municipios con probabilidades de lluvia se encuentran: Cholula (mín. 12 °C / máx. 23 °C) con chubascos aislados; Atlixco (mín. 14 °C / máx. 22 °C) con lluvias moderadas; Tehuacán (mín. 16 °C / máx. 25 °C) con intervalos nubosos y precipitaciones dispersas; y otras localidades como San Martín Texmelucan, Izúcar de Matamoros, Huauchinango, Teziutlán, Amozoc y Cuetzalan, donde se esperan lluvias de diversa intensidad. Ese panorama no facilita la logística ni la planificación de los equipos.
Reacción interna en el Rebaño y disposiciones técnicas
Dentro del entorno rojiblanco, se hicieron visibles instrucciones precisas de parte del cuerpo técnico para mantener a los jugadores concentrados y listos ante la posibilidad de jugar en una nueva fecha. El mandato de Alejandro Manzo a los futbolistas fue claro: mantenerse atentos, ajustar tiempos de recuperación y prepararse para afrontar el partido con la máxima intensidad pese al cambio en cronograma. Estas directrices buscan minimizar el impacto anímico y físico que puede generar una suspensión de último minuto.
Cuidado del césped y responsabilidades del estadio
La condición del césped ha vuelto al debate público; además del desgaste por conciertos y actividades masivas previas, la acumulación de agua transformó áreas del terreno en zonas impracticables. Es responsabilidad de los administradores del recinto asegurar que el campo recupere condiciones aptas para el juego lo antes posible, implementando drenajes, repoblaciones y otras labores de mantenimiento. La capacidad de respuesta por parte del personal del estadio será clave para evitar más contratiempos y para que la cancha presente condiciones adecuadas el sábado por la tarde.
Posibles escenarios y consecuencias deportivas
Si las lluvias cesan y el terreno mejora, el duelo podrá disputarse sin mayores modificaciones. No obstante, si la meteorología persiste en provocar encharcamientos, la opción de un nuevo aplazamiento o incluso la reubicación del partido se convertiría en alternativa, aunque esta última suele ser la más complicada por calendarios, logística y la necesidad de respetar la localía. En términos competitivos, un reacomodo en el calendario puede afectar la preparación de ambos equipos y su rendimiento en las jornadas siguientes.
Prudencia y espera por la confirmación final
La realidad es que la reprogramación ya es un hecho y la cita quedó establecida para las 17:00 horas del sábado 27 de septiembre por Azteca Siete, pero la sombra de la meteorología continúa sobre el encuentro. Aficionados, clubes y autoridades permanecerán pendientes de nuevos comunicados oficiales y del estado del césped, con la esperanza de que el espectáculo pueda celebrarse sin más contratiempos. Mientras tanto, la prioridad será garantizar la seguridad de los jugadores y la integridad del encuentro; la planificación y la prudencia marcan el camino en una jornada que no estará exenta de tensión hasta que se confirme el silbatazo inicial.
