¡En la TV no se vio! Esto hizo Gabriel Milito tras ganarle el Clásico al Club América
Gabriel Milito protagonizó un gesto inesperado tras la victoria en el Clásico frente al América que pasó desapercibido en TV.
La noticia central es que Chivas de Guadalajara se impuso 2-1 sobre Club América en el Estadio Ciudad de los Deportes, y que el técnico rojiblanco Gabriel Milito protagonizó una celebración intensa al término de un duelo al que el árbitro añadió 17 minutos de agregado. Tras el pitazo final, el entrenador argentino estalló en júbilo con sus futbolistas y parte de su cuerpo técnico, un reflejo de la enorme relevancia que tuvieron esos tres puntos para su proyecto deportivo.
El triunfo visitante se cimentó en la segunda mitad con los tantos de Roberto Alvarado y Armando González, mientras que Alejandro Zendejas maquilló el resultado para el cuadro azulcrema en tiempo de compensación. El planteamiento defensivo de los dirigidos por Milito fue clave: orden, disciplina y transiciones rápidas permitieron neutralizar el poderío tradicional de las Águilas y sacar rédito ofensivo en momentos oportunos. La inclusión de nombres puntuales y la contención en bloque fueron factores decisivos para obtener un resultado que, en la previa, parecía poco probable.
Ese prolongado agregado —tema de discusión en redes y entre especialistas— convirtió los últimos instantes en un episodio agónico. En los fragmentos finales, el nerviosismo se apoderó del banquillo rojiblanco; se vio a Milito pidiendo de manera enérgica el silbatazo final y, una vez consumado el triunfo, soltando una celebración efusiva junto a sus dirigidos. La imagen resume el alivio y la satisfacción por haber cerrado con éxito una batalla que exigió carácter y concentración.
Con esta victoria, Chivas alcanzó los 7 puntos y ganó un impulso anímico importante, además de dejar atrás una racha negativa que lastraba su inicio de torneo. El equipo tiene pendiente el compromiso de la jornada 1 frente a Tigres, una prueba que podría confirmar si el resultado ante el América fue un punto de inflexión. Por su parte, América deberá recomponer su imagen, corregir errores y manejar el impacto anímico que supone perder un clásico como local.
Más allá del marcador, el clásico dejó imágenes que alimentarán debates: la cantidad de minutos añadidos, la gestión emocional de los entrenadores y la capacidad de un plantel para sostener un plan táctico ante la adversidad. Para Milito y sus dirigidos, la noche se cerró con euforia; para el rival, con la necesidad de respuestas rápidas. El fútbol, una vez más, demostró su capacidad para elevar la pasión hasta el final.
La tensión crecía por segundos y el reloj parecía no moverse: cuando un encuentro se extiende tanto más allá de lo esperado, todos los nervios afloran y las pulsaciones se disparan. Entre silbidos, empujones y miradas cómplices, se percibía que aquel desenlace dejaría huella en jugadores, cuerpo técnico y aficionados.
El desenlace y la celebración del estratega
La noticia central es que Chivas de Guadalajara se impuso 2-1 sobre Club América en el Estadio Ciudad de los Deportes, y que el técnico rojiblanco Gabriel Milito protagonizó una celebración intensa al término de un duelo al que el árbitro añadió 17 minutos de agregado. Tras el pitazo final, el entrenador argentino estalló en júbilo con sus futbolistas y parte de su cuerpo técnico, un reflejo de la enorme relevancia que tuvieron esos tres puntos para su proyecto deportivo.
Cómo se resolvió el clásico y por qué fue tan especial
El triunfo visitante se cimentó en la segunda mitad con los tantos de Roberto Alvarado y Armando González, mientras que Alejandro Zendejas maquilló el resultado para el cuadro azulcrema en tiempo de compensación. El planteamiento defensivo de los dirigidos por Milito fue clave: orden, disciplina y transiciones rápidas permitieron neutralizar el poderío tradicional de las Águilas y sacar rédito ofensivo en momentos oportunos. La inclusión de nombres puntuales y la contención en bloque fueron factores decisivos para obtener un resultado que, en la previa, parecía poco probable.
La agonía de los 17 minutos y la reacción del cuerpo técnico
Ese prolongado agregado —tema de discusión en redes y entre especialistas— convirtió los últimos instantes en un episodio agónico. En los fragmentos finales, el nerviosismo se apoderó del banquillo rojiblanco; se vio a Milito pidiendo de manera enérgica el silbatazo final y, una vez consumado el triunfo, soltando una celebración efusiva junto a sus dirigidos. La imagen resume el alivio y la satisfacción por haber cerrado con éxito una batalla que exigió carácter y concentración.
Implicaciones deportivas y lo que viene para ambos clubes
Con esta victoria, Chivas alcanzó los 7 puntos y ganó un impulso anímico importante, además de dejar atrás una racha negativa que lastraba su inicio de torneo. El equipo tiene pendiente el compromiso de la jornada 1 frente a Tigres, una prueba que podría confirmar si el resultado ante el América fue un punto de inflexión. Por su parte, América deberá recomponer su imagen, corregir errores y manejar el impacto anímico que supone perder un clásico como local.
Lectura final
Más allá del marcador, el clásico dejó imágenes que alimentarán debates: la cantidad de minutos añadidos, la gestión emocional de los entrenadores y la capacidad de un plantel para sostener un plan táctico ante la adversidad. Para Milito y sus dirigidos, la noche se cerró con euforia; para el rival, con la necesidad de respuestas rápidas. El fútbol, una vez más, demostró su capacidad para elevar la pasión hasta el final.
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— DIARIO RÉCORD (@record_mexico) September 14, 2025
Dan pitazo final y la banca de Chivas lo festejó con todo. ¡Le quitaron el invicto al América! 😳
📹 @pablo_LMtz pic.twitter.com/t0HNPW986L
